TIEMPOS DE MISERICORDIA

Autor: Albert Cortina

ILUMINACIÓN DE LAS CONCIENCIAS Y CONVERSIÓN

Desde la cosmovisión cristiana sabemos que se avecina un nuevo Pentecostés de Amor sobre todos los hombres y mujeres del mundo.

Bajo el descenso extraordinario del Espíritu Santo, todos los seres humanos – sea cual sea su religión o tradición espiritual- veremos nuestra alma tal y como Dios la ve. Será, en su momento, un acontecimiento extraordinario.

Se nos muestran muchos indicios de que estamos en los últimos avisos para nuestra conversión. Hemos de dejar de tener un corazón de piedra. Parece que lo que se aproxima es una especie de reset en la Creación por parte del Creador.

Este confinamiento ocasionado por la pandemia global del coronavirus COVID-19, es en realidad, una oportunidad para crecer interiormente. Sin duda es el inicio de mayores pruebas. Una de las más duras está siendo la supresión de la celebración pública del Sacrificio de la Santa Misa en todo el mundo y la imposibilidad de recibir el sacramento de la Eucaristia así como el resto de sacramentos.

Los momentos que estamos viviendo van a ser muy difíciles, de gran tribulación. No obstante, los actuales son tiempos de misericordia dados a la humanidad entera para que dirijamos nuestra mirada y nuestro corazón hacia Dios. ¡Hay que aprovechar esta gran ocasión que nos da la Divina Providencia!

Es curioso como durante estos días de confinamiento, en los más cercanos y en los más remotos rincones del planeta, se vuelve a recitar de nuevo con devoción el Ángelus a las 12 del mediodía, tras el toque de campanas en las iglesias católicas.

De este modo, se ha vuelto a recuperar una bella oración que nos recuerda el “fiat” de María, es decir el “hágase en mí según tu Palabra” (Lc 1,38) que dio la Santísima Virgen a Dios a través de su mensajero, el arcángel San Gabriel. Y de este modo, Maria quedó cubierta por el Espíritu Santo y abrió las puertas a la Encarnación del Redentor y a la acción de Cristo, el Salvador del mundo.

El arcángel Gabriel tiene por tanto reservada una misión muy especial como mensajero de la Palabra de Dios en diversos momentos singulares en la historia de la Salvación. Y da la impresión que se aproxima un nuevo transito en los Tiempos de Dios, no sin antes producirse una serie de acontecimientos que ya se describen en Mt 24,3-14 para ese horizonte escatológico.

Posiblemente, también en estos tiempos en los que la pandemia de coronavirus COVID-19 nos interpela a los cristianos y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a volver la mirada y el corazón hacia Dios, el arcángel Gabriel tiene un mensaje para nosotros. Sabemos que con su trompeta anunciará la segunda venida de Jesucristo.

En realidad, el mensaje del ángel es una buena noticia: llega el fin, es decir, llega el Reino de Dios y del Mesías, cuya venida implora ardientemente la Iglesia con constancia, pues supone la aniquilación total y definitiva del maligno, de Satanás, del adversario de Dios. Los anuncios hechos por Dios a sus profetas y transmitidos por ellos llegan a su cumplimiento. Los cantos de victoria ya se oyen en el coro celeste, anticipando el triunfo final (11, 15ss).

En la cosmovisión cristiana, las plagas son ciertamente una amenaza y, al mismo tiempo, una llamada a la conversión. Lo que las pandemias nos muestran es que aún queda un tiempo de gracia para la conversión de vida.

No obstante, las plagas que puedan restar, según la Revelación, superan toda capacidad natural, son plagas sobrenaturales, no provienen del espacio cósmico, sino del reino de Satanás. Con estos azotes entran en escena las potencias que se oponen a Dios con todo su ser. La mentira y el odio caracterizan sus actos. Sin embargo también aquí se encuentra la forma pasiva del verbo “les fue dado” que tiene siempre a Dios como sujeto.

Dependiendo la acción de esas fuerzas y personajes del mal de cuanto Dios les permite hacer, su poder está limitado y, en realidad, todo cuanto hacen está encaminado a conducir al hombre sobre el recto camino, es gracia que llama al hombre a su conversión.

Este confinamiento ocasionado por el coronavirus es un anuncio o toque de atención para que profundicemos en una fe humilde, tengamos confianza en Dios, contemplemos el rostro del Cristo en María a través de la Eucaristia y nos refugiemos en el Sagrado Corazón de Jesús.

CORONA DE ORACIÓN FRENTE AL CORONAVIRUS

Y precisamente, en plena crisis de la pandemia del COVID-19, se produce una nueva epifanía mariana. La vidente de Medjugorje Mirjana Dragicevic-Soldo, ha anunciado que la Virgen no se le aparecerá más el día 2 de cada mes en el popular santuario de Bosnia y Herzegovina. Según ha informado la Fundación Centro Medjugorje, Dragicevic habría mantenido su última conversación con la Virgen María el pasado 18 de marzo.

En esta última aparición, Mirjana habría recibido algunas indicaciones concretas de la Virgen: “Como mi Hijo, yo os digo que os améis unos a otros, porque sin amor no hay salvación”.

Además, también habría añadido un sencillo mensaje: “Hijos míos, en tiempos de inquietud y de renuncia, sólo buscad el rostro de mi Hijo. Solo vivid sus palabras y no temáis”.

Por su parte, en el dia de hoy, 25 de marzo de 2020, festividad de la Anunciación del Señor, la Virgen envía desde Medjugorje este mensaje de esperanza al mundo:

“¡Queridos hijos!” He estado con vosotros todos estos años para conduciros por el camino de la salvación. Regresad a mi Hijo, regresad a la oración y al ayuno. Hijos permitid que Dios le hable a vuestro corazón porque Satanás reina y quiere destruir vuestras vidas y la tierra por la que camináis. Sed valientes y decidíos por la santidad. Veréis la conversión en vuestros corazones y en vuestras familias, la oración será escuchada. Dios atenderá vuestras súplicas y os dará la paz. Estoy con vosotros y os bendigo a todos con mi bendición maternal. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”.

Tampoco es casual que en este mismo dia, a las 12 del mediodía,  el Papa Francisco haya rezado junto a todos los cristianos de todas las partes del mundo, un Padre Nuestro, suplicando a Dios el fin de este tiempo de prueba. Por la tarde, desde el Santuario de la Virgen de Fátima se rezó un Rosario por el fin de la pandemia del coronavirus.

Realmente, estos momentos extraordinarios que estamos viviendo son Tiempos de Misericordia.

ALBERT CORTINA. Abogado y urbanista
Director del Estudio DTUM
Barcelona, 25 de marzo de 2020

PARA SABER MÁS:

VÍDEO: Padre Nuestro rezado por el Papa Francisco el 25.03.20 por el fin de la pandemia del coronavirus.

VÍDEO: “Vendran las pruebas”. Sor Emmanuel Maillard de la Comunidad de las Bienaventuranzas de Medjugorje.

https://youtu.be/maag1Kc6gKc

VÍDEO: “Los estoy preparando para nuevos tiempos”. Sor Emmanuel Maillard de la Comunidad de las Bienaventuranzas de Medjugorje.

https://www.youtube.com/watch?v=jlRogywIiXY&feature=youtu.be&app=desktop

DOCUMENTO:  Carta Encíclica “Ecclesia de Eucharistia” del Papa San Juan Pablo II (17.04.03).

http://www.vatican.va/holy_father/special_features/encyclicals/documents/hf_jp-ii_enc_20030417_ecclesia_eucharistia_sp.html

VÍDEO: Pange Lingua Gloriosi-Catholic Hymns, Gregorian Chant